SEXTO CONCIERTO BACH: LAS TOCATAS PARA ÓRGANO

PROGRAMA

 

Praeludium en Do mayor BWV 566

 

Tocata y Fuga en Fa mayor BWV 540

 

Tocata y Fuga en Re menor (llamada Dórica) BWV 538

 

Tocata y Fuga en Mi mayor BWV 566

 

Tocata, Adagio y Fuga en Do mayor 564

 

 

ÓRGANO: Ph. D. LUIS GONZÁLEZ CATALÁN

 

Iglesia Luterana El Redentor

 Calle Lota 2330, Metro Los Leones (entre Suecia y Los Leones)

Domingo 30 de Agosto de 2015 a las 18,00 horas

 

Entrada Liberada.

 

Séptimo concierto Bach. 23 de Septiembre, a 17. 30 horas: Las Seis Sonatas.

 

Notas al programa.

El género musical llamado Tocata (del Latín toccare, tocar) pertenece eminentemente al mundo de los instrumentos de tecla, independientemente de que se hayan compuesto, entre otras, algunas tocatas para orquesta como la fanfarria inicial del Orfeo de Monteverdi de 1607, la del primer movimiento del concierto para piano y orquesta de Ralph Vaughan Williams de 1933 (revisado en 1946), o la de Carlos Chávez  de 1947.

La primera mención impresa de la palabra tocata aparece en la publicación de G. A. Casteliono Intabolatura de leuto de diversi autore en 1536. Las primeras tocatas para tecla son las de Sperindio Bertoldo en 1591 y las que aparecen en el tratado de órgano en forma de diálogo llamado Il Transilvano de Girolamo Diruta, publicado en dos partes (1593, 1609). Dichos instrumentos de tecla están representados por el clavecín y el órgano en el pasado, y por el piano,  a través de compositores como Clementi, Pollini, Schumann, Debussy, Ravel y Prokofiev, entre otros.

La multi-seccional tocata del pasado, que alternaba pasajes de escalas con secciones de acordes – y más adelante con pasajes contrapuntísticos - evolucionó durante el barroco tardío al díptico tocata/fuga, la primera de ellas  caracterizada por el motto perpetuo,  representado en el programa de hoy por las Tocatas en Re menor y en Fa mayor.

De Bach existen siete tocatas para clavecín (BWV 910 a 916, incluidas por Heinz Lohmann en el volumen 3 de las Obras Completas para Órgano, Breitkopf   Nr. 6583) y las cuatro tocatas para órgano que escucharán esta tarde, una de ellas en dos versiones (BWV 566). En general, las tocatas para clavecín (manualiter) están estructuradas en cuatro secciones, siendo las secciones dos y cuatro en forma de fuga; la excepción la constituye la tocata en Sol mayor que es en tres secciones (tocata, adagio y fuga respectivamente).

En el caso de las tocatas para órgano se discierne en ellas claramente una parte destinada al teclado de pedales (Pedaliter). Es útil recordar que muchos músicos  tenían en casa un clavecín con doble teclado y pedalera, herramienta esencial para practicar, pues aún no había luz eléctrica ni motor para alimentar los fuelles del órgano. Los Calcantes lo proveían.

La primera obra que escucharán esta tarde aparece publicada en la tonalidad de Do mayor en el volumen tres (número 7) de las Obras para Órgano publicadas por F. K. Griepenkerl  para Peters de Alemania en 1845 (La edición Kalmus empleada en este concierto es copia de la edición Peters a cargo de F. K. Griepenkerl (Braunschweig, Mayo de 1845). Este Praeludium en Do mayor posee características propias de las tocatas para clavecín (varias secciones) aunque los pasajes de grandes acordes y los solos de pedal apuntan directamente a la tocata de órgano practicada por Buxtehude y otros organistas del norte de Alemania.

La decisión de iniciar este concierto con esta obra está motivada por ser evidentemente la más antigua. Aunque muchos estudiosos piensan que la versión en Mi mayor la precede, la lógica inversa parece ser la más convincente. A modo de hipótesis mi siguiente reflexión:

“Una vez conseguido el permiso para viajar a visitar a Buxtehude por cuatro semanas a partir de Octubre de 1705 - permiso que Bach alargó a cuatro meses, hasta Febrero de 1706 -  el joven Bach de veinte años de edad se puso a la tarea de componer un Praeludium en el estilo propio de Alemania del Norte para presentarlo al legendario organista nacido en 1637. Una vez llegado a destino, constató que el órgano de la Marienkirche de Lübeck había sido afinado con el temperamento Werkmeister, que permitía un mayor uso de los sostenidos, lo que era evidente en los Praeludia en Mi mayor y en Fa sostenido menor del anciano maestro. Una vez que regresó a Arnstadt, Bach comenzó a cambiar el temperamento del órgano Wender a su cargo, y re-escribió la pieza en Mi mayor para probar la nueva afinación.”

Una demostración de esta hipótesis sería el hecho de que Bach omitió el uso del primer Do sostenido -  nota que su instrumento Wender no tenía - en su nueva versión, transportando el pasaje del compás 127 una octava arriba (la ausencia de dicho Do sostenido es esencial para demostrar que Bach no pudo haber compuesto la atribuida y famosísima Tocata y Fuga en Re menor BWV 565 durante el período de Arnstadt, como afirma el musicólogo Christoph Wolff). Este praeludium está estructurada en cinco secciones: Preludio – Fuga – Interludio – Fuga – Tocata.

La Tocata y Fuga en Fa mayor BWV 540 es sin duda la más grande composición emanada de Bach en este género: La tocata tiene 438 compases, y la doble fuga, más modesta, tiene 170 compases. Se podría asociar las dos secciones canónicas de la Tocata en Fa con su nota pedal al primer movimiento del concierto en Re menor de Antonio Vivaldi presentado previamente aquí  en el Cuarto concierto Bach, del 21 de Junio 2015. Asimismo, el tema inicial de la tocata tiene reminiscencias del último movimiento del concierto de Alessandro Marcello, también transcrito por Bach y presentado en ese mismo concierto. Ello conlleva una fuerte influencia italiana y situaría su fecha de composición con posterioridad al período de Weimar, en que Bach competía con su primo Johann Gottfried Walther en la transcripción de obras orquestales al órgano. Debido al amplísimo ámbito de los solos de pedal, André Pirro sitúa definitivamente la composición de la Tocata en el período de Cöthen (1717-1723); allí, la St. Agnuskirche tenía un órgano con una amplia pedalera.  No hay unanimidad en cuanto a la composición de la fuga, que según algunos musicólogos, habría sido compuesta anteriormente.

 La Tocata y fuga en Re menor BWV 538 es conocida familiarmente con el nombre de Tocata Dórica. Dicha denominación se debe al hecho que Bach la escribió sin el accidente Si bemol característico de dicha tonalidad (no debemos perder de vista que la tonalidad está recién comenzando a afirmarse, y que era la modalidad la que reinaba en esos años). Esta obra es más modesta que la precedente en cuanto a sus dimensiones aunque tiene casi la misma duración en minutos. Aunque el primer movimiento tiene solamente 99 compases, la Fuga, de densísima escritura, alcanza los 222 compases. Esta tocata es una de las pocas composiciones en que Bach indica la alternancia de teclados (entendiéndose por cambios de teclado registraciones diferentes en su color tímbrico e intensidad), los que, a medida que avanza la música se hacen cada vez más cercanos (compases 31-2, 37-8 y similares). El cruce de las manos de los compases 78 al 81 es justificado porque cada mano está tocando en teclado diferente. No obstante concluir la tocata en Re mayor, el tema de la fuga, de ocho compases, aparece claramente en Re menor.

         Aunque ya se ha hecho referencia a la Tocata en Mi mayor BWV 566 que oirán seguidamente, es interesante acotar algunos comentarios. La versión en Mi mayor alcanza unos niveles de escritura absolutamente insólitos en cuanto a accidentes de la notación: En la primera sección aparecen, en este orden, las notas Si sostenido, Re sostenido, La sostenido, Fa con doble sostenido, La sostenido y Do con doble sostenido. Ello hace imposible que Bach haya escrito primero esta versión, para luego bajarla a Do mayor. Como es obvio, emplearé el temperamento Werkmeister para tocar esta versión.

         La Tocata, Adagio y Fuga BWV 564, última composición de este concierto, es la que refleja más intensamente la pasión de Bach por la música italiana. El exordio inicial de la tocata (compás 1 al 32) está repartido entre el teclado manual (pasaggio) y un Sólo de Pedal, caracterizado por efectos de Eco. Luego de la cadencia perfecta, comienza el núcleo de esta tocata, una sección de 53 compases del tipo concierto (alternancia de solistas y Tutti, con da capo), culminando en la cadencia plagal, que Bach “bemoliza” para hacer menor el cuarto grado de la escala. El Adagio, en La menor, es una melodía confiada a la mano derecha con punteo del Bajo en los pedales  y armonía en la mano izquierda. Aunque la cantilena tiene solamente 22 compases, Bach se las ingenió para construir un puente diez compases que llega a las siete voces, característicos de las tocatas de Durezze e Ligature tan queridas por los italianos. El tema de la Fuga es de gran extensión (10 compases), con doble exposición, la primera con cadencia en la dominante Sol y la segunda con cadencia en la mediante Mi. Una tercera exposición conduce el tema a Re mayor en los pedales, y luego de un episodio modulante el tema aparece por última vez en los pedales, para dar paso a la última sección con carácter de tocata.

LUIS GONZÁLEZ CATALÁN, Organista-Organero

Licenciado y Magíster en Artes Musicales,

Doctor en Filosofía de Bellas Artes.

 

Culiprán, Melipilla, 11 de Agosto de 2015.