CONCIERTO
Transcripciones para Órgano
Iglesia Luterana de Osorno
Viernes 18 de Noviembre a las 19:30 Horas
ORGANISTA, LUIS GONZÁLEZ CATALÁN
Antonio Vivaldi
Concerto Opus
VII
No
11
(RV 208) en Do Mayor
(1678-1741)
Versión para Órgano de J. S.
Bach (BWV 594)
(Allegro) –
Grave – Allegro
Johann Sebastian Bach
Aria Schaffe können
sicher weiden (Cantata
208)
(1685-1750) Versión para Órgano de
Noel Rawsthorne
Revisión Luis González Catalán
Adagio (de
Versión
para Órgano de Franz Liszt
(1811-1886)
Edward Elgar
Pompa y Circunstancia (Marcha Militar No. 1)
(1857-1934)
Versión para Órgano de Edwin H. Lemare
Camille
Saint-Saens
Adagio (de
(1835-1921)
Versión para Órgano de Emile Bernard (1843-1902)
Revisión Luis González Catalán
Georges Bizet
Selecciones de la Ópera ”Carmen”
(1838- 1875) Versión
para Órgano de Edwin H. Lemare
Samuel Barber
Adagio para Cuerdas Opus 11
(1910-1981)
Versión para Órgano
de William Strickland
Johann Sebastian Bach Chaconne de
(1685-1750)
Versión para Órgano de Luis González Catalán
NOTAS AL PROGRAMA
El programa que ustedes escuchan
esta noche como entrega de los trabajos de reparación del órgano tubular Kleuker de
Transcribir
una obra de un medio musical a otro es un proceso que requiere un gran
conocimiento del o de los instrumentos para el que la obra fue originalmente
concebida, y asimismo, del medio para el que se transcribe, en este caso el organo. Juan Sebastian Bach es
sin duda alguna el mas grande genio de la transcripción
de musica instrumental para teclado. Tenemos en la
actualidad un legado de Bach consistente en cinco conciertos transcritos para
órgano y unos quince para el clavecín, los que se postula fueron encargados por
el principe reinante, el duque de Anhalt-Coethen. Tres de estas transcripciones fueron originalmente
compuestas como conciertos para uno o dos violines solistas, orquesta de
cuerdas y bajo continuo por el gran compositor
Italiano Antonio Vivaldi,
conocido en sus días como “Il Prete Rosso”
a causa del color de sus cabellos (Vivaldi fue
sacerdote católico-romano, que abandonó posteriormente el ministerio
sacerdotal). En dos de estas transcripciones hubo problemas de paternidad, toda
vez que el Concierto en re menor fue usado por su hijo Wilhelm
Friedemann, quien escribió en el manuscrito de Juan Sebastian Bach, el único autógrafo que se conserva de
dichas transcripciones, la frase “Manu patris mei
descriptum” (“copiado por mano de mi padre”). En
el caso del concierto en Do mayor, conocido por el apodo “Il Grosso Mogul”,
probablemente a causa de su extensión desmesurada,, solo muy tardíamente se
encontró la obra original de Antonio Vivaldi. Incluso
mas, el movimiento central se le siguió atribuyendo a
Juan Sebastián Bach, ya que se consideraba imposible que Vivaldi
lo hubiera compuesto. Finalmente aparecieron las copias del movimiento central,
y un estudio del gran organista e investigador Italiano Luigi
Ferdinando Tagliavini,
permitió dimensionar concienzudamente el arte incomparable de la transcripción realizada por Bach. En efecto, el maestro
realiza una adaptación tan brillante que obliga al organista a tocar las secciones
correspondientes a los solos del teclado subsidiario con una registración de cuatro pies, es decir, sonando una octava
mas alta de lo escrito(!), y no en la registración de ocho pies, como es lo acostumbrado. Dicha
indicación de una registración de cuatro pies no es
ajena a Bach pues aparece en el concierto en re menor anteriormente señalado. El
concierto que escuchan hoy es el mas extenso de los
transcritos por Bach, quien, a fin de adaptarse al número de teclas disponible
en los instrumentos a su alcance en su tiempo, de solo cuatro octavas de
extensión, lo baja de tono de Re Mayor a Do Mayor.
Juan Sebastián Bach compuso una gran cantidad de cantatas, y se conserva mas o menos un tercio de ellas. Sin embargo, no todas esas
obras fueron destinandas a
Franz Liszt no fue ajeno a la transcripción
para órgano, y ha dejado excelentes adaptaciones de música vocal e instrumental
para el órgano, de Bach y de otros autores, para ser tocadas en el instrumento
que tanto gustaba tocar, y para el que compuso además una gran cantidad de
obras. El Adagio que ustedes escuchan hoy es el tercer movimiento de
Sir Edward Elgar compuso varias marchas llamadas Pompa y
Circunstancia, y no hay duda alguna de que la mas
conocida es la primera de ellas, que incluye en su orquestación una parte de
órgano en la reexposición del famoso tema que, según el mismo Elgar, “los iba a volar a todos”. Esta transcripción
para órgano es fruto de la fecunda pluma de Edwin H. Lemare,
organista Inglés radicado en Estados Unidos que popularizó enormemente estas
Transcripciones.
El
prolifico compositor francés Camille Saint-Saëns dejó una gran producción
orquestal, aparte de las numerosas obras que compuso para el órgano. En su
Tercera Sinfonía, dedicada a Franz Liszt, el compositor agrega no solo el Piano a cuatro manos
a la orquestación, sino también el órgano. La sección lenta del primer
movimiento, en que aparece el órgano es particlarmente
bella, y tenemos la suerte de contar con una version
para órgano solo, debida a la pluma de Emile Bernard.
Georges Bizet tuvo una
muy corta existencia de solo 37 años de edad en la que realizó una muy fecunda
labor como compositor. Lamentablemente solo compuso para órgano una Meditación
Religiosa compuesta (1853). De sus numerosas operas destaca con especial brillo
Carmen, cuyo éxito no alcanzó a conocer. E. Lemare
realiza una muy atinada selección de temas, adaptándolos al órgano con cran maestría.
El
compositor estadounidense Samuel Barber ha dejado
solo dos números de Opus consagrados al órgano, lo
que no ha impedido que se realizara una transcripción
para este instrumento de su famosísimo Adagio, proveniente del Cuarteto
para Cuerdas Opus 11. El mismo Barber
realizó una versión orquestal de esta pieza, que se caracteriza por una gran
riqueza armónica y melóica de gran romanticismo.
Juan Sebaastián Bach compuso además 3 Sonatas y 3 Partitas para violín solo. El
instrumento cumple funciones melódicas, armónicas y rítmicas de una manera tan
perfecta que el acompañamiento resulta innecesario. No obstante, Robert Schumann creó una parte de
piano para ellas. Del mismo modo que la musicología actual afirma que Bach
habría compuesto su célebre Passacaglia para órgano como homenaje póstumo a su maestro Dietrich Buxtehude, recientes
estudios sostienen que
Luis González Catalán, organista.(Noviembre, 2005)