Recital de órgano viernes 28 de octubre 2005

 Catedral de Concepción, 19:00hrs

 

Johann Sebastian Bach (1685-1750)

-Preludio en do m BWV 546 (1) - Nun komm, der Heiden Heiland BWV 659 a 2 Clav. et Ped -

-Fuga en do m BWV 546 (2)

 

Felix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847)

-Canone, 2ª variación sobre”Wie gross ist des Allmächt’gen Güte”

-Preludio y Fuga en Do menor op. 37,1

 

Wolfgang Seifen (*1956)

-Prière

 

Max Reger (1873-1916)

-Toccata en re menor op.59,5

attaca

 

Alexandre Guilmant (1837-1911)

-Fughetta sur un thème grégorien op. 19

 

Flor Peeters (1903-1986)

-Preludio coral sobreUt Queant Laxis”, op.76,9

-Concert Piece, op. 52a

 

Carlos Weil, Organista

Edgardo Campos, Organista asistente.

 

Junto a consideraciones estilísticas es sobre todo el plan maestro proporcionalmente construído y unificante de diversos aspectos formales, el que identifica el preludio (y fuga) en do m de Bach como perteneciente al período de Leipzig. Se destaca la regular construcción en períodos de 24 compases y la alternancia entre ritornello y episodio (mayoritariamente con pedal “tacet”) alojada entre ellos. El expresivo tutti se presenta con varios motivos: sucesiones de acordes cuasi a doble coro (alternando mano derecha e izquierda), con anticipaciones “suspirans”, cadencia interna a cinco voces obligadas, escalas en movimiento de tresillos, voces intermedias cromáticas y una figura que se alza al acorde de sexta napolitana. La densificación posterior y un insinuado “stretto” hacen probable, que Bach haya concebido el preludio como movimiento único, y que la fuga siguiente, claramente inferior en la inventiva temática como en el desarrollo técnico-armónico, haya sido agregada posteriormente por mano desconocida. Los así llamados “Dieciocho Corales”, a los cuales pertenece el BWV 559, constituyen un enlace entre los tempranos años de Weimar y la obra tardía de Bach. Originalmente escritos entre 1708 y 1717, contrastan por su formato más grande con los ajustados corales del Orgelbüchlein, aún cuando eran inicialmente piezas sueltas. Sólo en los últimos años de Leipzig Bach unió estas obras, revisadas y aumentadas, parcialmente con importantes modificaciones, en un manuscrito muy claro a las “Seis Sonatas” y las “Variaciones Canónicas”. El presente coral tiene carácter meditativo, con las voces intermedias derivadas de la melodía, “a la Buxtehude”, sin embargo con un desarrollo mucho más completo que cualquiera de los corales de este importante maestro de Bach. Original es también el pedal, con un bajo que evoca un contínuo de cuerdas.  El tratamiento melismático de la melodía recuerda más a Böhm que a Buxtehude, aún cuando el final seguramente se refiere al trabajo homónimo de Buxtehude.

 

 

Publicados en 1837, los seis movimientos del op.37 (3 Preludios y fugas) fueron creados en diferentes momentos entre 1833 y 1837. En general las fugas son anteriores a los preludios, que fueron compuestos en consideración de las fugas. El preludio del Nº 1 de esta serie, en do m, muestra un tema melódicamente amplio, trabajado en forma fugada en varias oportunidades. Junto a este componente polifónico hay una desarrollo temático-motívico del tema (quasi sonata).  La fuga se conecta a movimientos de “gigues finales de suites y partitas de J.S.Bach. El tema se basa en una improvisación de Mendelssohn en la catedral de St. Paul’s en Londres en 1833. Este tipo de fuga hizo escuela pasando por la Fughetta de concert op.29b de Guilmant hasta Preludio y fuga en sol m op.7,3 de Dupré.

 

Wolfgang Seifen, uno de los maestros de la improvisación, se inició en el mundo de la música desde muy temprana edad. A los dieciocho años era el organista de la Iglesia de San Nicolás en la localidad alemana de Aquisgrán y con veinte años fue director de coro de cámara y de orquesta de los conciertos en San Sebastián de Nettetal - Lobberich. En 1983, se incorporó como organista a la Basílica Papal de Santa María de Kevelaer. Inició a partir de ese año su actividad como profesor invitado en Polonia, Italia y España y en la Academia Internacional de Toulouse. Cofundador y docente permanente en la Academia Internacional de Órgano para la improvisación de Altenberg, desde 1983 y hasta 1993 impartió clases de improvisación y de órgano litúrgico en la Escuela Superior de Stuttgart, Alemania. En 2004 es instalado como organista titular de la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche en Berlin.

 

Reger había compuesto solamente para organistas de concierto hasta 1901, donde publicó el op. 59, dirigido a aquel grupo mediano que ocupaba las bancas de órgano “superiores”. La Toccata en re m es una de las piezas más populares y contiene muchas características del compositor en su etapa de maduración. La siguiente Fughetta de Guilmant pertenece a la colección Pièces dans différents styles en el tomo 5 op.19. Esta colección fue escrita entre 1861 y 1892.

 

Entre la escuela francesa y la alemana, Flor Peeters representaba un tercer camino: la escuela flamenco-belga, de la cual era su más destacado representante. Fue amigo de Dupré y Tournemire, sin haber sido alumno de ellos. Tempranamente se alejó de la armonía de Franck y del arte organístico-sinfónico de Dupré, encontrando una rítmica y linearidad libre, junto a un moderno arcaísmo. Su trio sobre Ut Queant Laxis muestra la melodía gregoriana “ecualizada” rítmicamente en el tenor con la trompeta. La mano derecha lleva una figuración en tresillos, y el bajo recuerda un contínuo barroco. Creada en 1955, la pieza de concierto op. 52a es favorita entre organistas virtuosos. Contiene temas y motivos de su concierto para órgano y orquesta (op.52, 1944). Acentúa importantes aspectos de su propia manera de tocar el órgano: dominio de la técnica, arte de la registración, poco rubato, utilización de la dinámica en pasajes líricos.