El sitio Chileno de Organos de Iglesia
John Moir, Organero en Chile
Noviembre 1970 – Diciembre 1978
por
Dr Luís González Catalán
JOHN MOIR, Organero en Chile (Noviembre 1970 –
Diciembre 1978).
El órgano del Templo Parroquial
de San Francisco (Santiago).
El órgano Cavaille-Coll de la
Iglesia de San Ignacio (Santiago).
El Órgano Moir de Coro, de la
Iglesia Catedral de Santiago, “ de Calera de Tango”.
El Órgano Oreste A. Carlini
de la Parroquia de Nta. Sra. Santa Ana de Santiago.
El Órgano del Santuario de
Nuestra señora de Lourdes de Agua Santa (V. del Mar).
“I
arrived in Chile in November 1970 to complete my research for my Ph.D. degree,
and soon thereafter began the repair of various organs in Santiago, Valparaíso
and Antofagasta.”(“Llegue a Chile en Noviembre de 1970 a fin de completar mi
investigación para mi doctorado, y muy pronto después de ello comencé la
reparación de varios órganos en Santiago, Valparaíso y Antofagasta”)[1].
Así empieza la carta de recomendación de tres paginas, para el Dr Luis González, en
la que Moir hace una exposición de la situación de la organería en Chile.
John me
escuchó tocar por primera vez en Abril de 1971 y nos conocimos en Junio de ese
mismo ano. Dada la cantidad de falsedades que se han dicho de este gran amigo y
gran profesional, he decidido poner por escrito no solo mis recuerdos de el,
sino también la verdad objetiva de su participación en el quehacer organístico
de nuestro país, basada en documentos de época. Me toco escuchar estupideces
tan grandes respecto a John como que “...era un terrorista que disparaba con
metralleta a los soldados el 11 de Septiembre de 1973, desde la torre de un
templo.”[2]
Dispongo de fotocopias de cartas de Moir y de manuscritos
de sus proyectos que proveen material mas que suficiente para juzgar su
tremenda actividad como organero, y el gran profesionalismo que siempre le
caracterizo. ¿De donde provino la ojeriza que a partir de cierto momento se le
tomo? ¿Por que razón el entusiasta organero que tuvo tan buena acogida al principio, empezó a ser
tildado de “ladrón de tubos” y de “terrorista” por algunos de mis colegas y
curas? Es lo que pretendo elucidar en las siguientes notas.
En la fuente citada, Moir manifiesta el estado de
abandono en que se encontraban los órganos de Chile. Menciona que hasta 1956
viajaba a Chile un organero argentino cada dos anos, para llevar a cabo
reparaciones básicas, y que a partir de su jubilación, solo aficionados han
intentado reparaciones improvisadas de los instrumentos. Debido al aumento de conciertos de órgano en las
iglesias, la necesidad de un trabajo profesional de organería se hace mas
urgente y por ello, no vacila en recomendar a Luis González Catalán, entonces
presidente de la Asociación de Organistas y Clavecinistas de Chile, y autor de
estas líneas, para que le sea conferida una beca de estudios en Francia.
Manifiesta además que junto con González ha visitado casi todos los órganos de
Chile.
Visitamos
en efecto casi todos los órganos desde Antofagasta a Puerto Montt[3]
(según mi catalogo, mas de un centenar en total) y menciona el valor histórico
de algunos de ellos. Todos los viajes que realizamos, y la estadía en los
lugares visitados, fueron absolutamente financiados por nosotros mismos. La
pasión de Moir eran los órganos, y que funcionaran bien. El había estudiado
órgano y tocaba pasablemente unas cuantas obras de Bach, la mas densa de ellas
la Fantasía en sol menor BWV 542, sin la fuga naturalmente, pues no era
concertista. La principal critica que hacia a los instrumentos de nuestras
iglesias era evidentemente la pobre composición de los registros, y en
particular la ausencia de registros de agudo, incluidas las mixturas. Ante ello
debemos aclarar que los instrumentos a que hacia referencia eran mas bien lo
que se llama en Francés “Orgue de Choeur”, órgano de coro de menos de 20
registros, destinado al acompañamiento del canto coral, y no al canto de las
masas de fieles. El era partidario de “L’Orgue a tout jouer”, el órgano para
tocar de todo, creado de acuerdo al principio neoclásico iniciado por Víctor
González en Francia. Es verdad que aparte de unos pocos instrumentos grandes,
en general los órganos en Chile, y principalmente aquellos construidos por don
Oreste A. Carlini, estaban concebidos como instrumentos de acompañamiento del
canto litúrgico, un “Orgue de Choeur”, tal como se encuentran en muchas
catedrales como segundo instrumento, en el presbiterio. Fue este principio
neoclásico el que aplico a todas las restauraciones y ampliaciones que llevo a
cabo en el país.
Trabajar en una empresa tan delicada fue un esfuerzo
titánico, dadas las aflictivas condiciones económicas imperantes en el país
durante el gobierno de la Unidad Popular liderada por el Dr. Salvador Allende
Gossens, y también durante los primeros anos de la Junta de Gobierno, a cuya
cabeza se encontraba el Comandante en Jefe, y posteriormente Presidente de la
Republica, Don Augusto Pinochet Ugarte. Los órganos de las Iglesias de Santa
Ana, San Francisco, San Ignacio y de la Catedral de Santiago (órgano de Coro,
conocido como “órgano de Calera de Tango”) fueron enriquecidos el menos en
un 25 % como promedio (aunque en el
caso del ultimo de los recién mencionados se trata de un órgano nuevo dentro
del mueble construido por los Jesuitas Bávaros). Lo mismo es aplicable al
órgano del Santuario de Nta. Sra. De Lourdes en la bajada de Agua Santa, Viña
del Mar. también reparo Moir el órgano de la Parroquia San Ambrosio de Vallenar
y trabajo en el instrumento Klotz de la Iglesia San Francisco de La Serena.
Solo tres instrumentos pudieron ser completamente
terminados por Moir: El de Calera de Tango (Iglesia Catedral de Santiago), el
de la Iglesia Parroquial de Santa Ana de Santiago, reinaugurado por el organista y compositor Miguel Letelier
Valdés, y el del Santuario de Nta. Sra. de Lourdes de Agua Santa, reinaugurado
por el suscrito. Quedaron pendientes los proyecto mas grandes: Las Iglesias de
San Ignacio y de San Francisco de la capital.
La comparación de las composiciones originales de los
órganos de Carlini a las de las
transformaciones efectuadas por Moir es mas que elocuente: Los órganos fueron
enriquecidos al maximo en un periodo de extraordinario empobrecimiento
economico y cultural en Chile. El “despegue”, que coloco a Chile como líder
indiscutido en materias económicas en el continente latinoamericano, solo
tendría lugar después de la partida de Moir.
Empezare mi discusión de los proyectos de Moir con esos
dos instrumentos tan queridos por el, y que lamentablemente no pudo terminar.
Las causas de que dos importantes instrumentos no
pudieran ser terminados en los plazos previstos son varias, entre las que
destacan dos: Lo ambicioso de los proyectos de San Francisco y de San Ignacio
para las condiciones económicas que vivía el país y la campana de maledicencia
en contra de Moir, que culmino en la no renovación de su caducado contrato.
Analicemos los cambios efectuados en el primero de estos:
Órgano Carlini (1909) Órgano Carlini
- Moir (1978)
Gran órgano
(58 notas) Gran órgano
(58 notas)
Principale 16’
Bourdon 16 ‘
Montre 8’
Montre 8’
Flauto 8’ Flute Harmonique 8’
Flauto Armonico 8’ Bourdon 8’
Bordone 8’
Prestant 4’
Salicional 8’
Nasard 2 2/3’
Unda Maris 8’
Doublette 2’
Prestant 4’
Tierce 1 3/5’
Fugara 4’
Fourniture IV-V (1 1/3-1’-2/3’-1/2’)
Ripieno 2 2/3, III-V Trompette
8’
Clarinetto 8.
Clairon 4’(Extensión del precedente)
Moir conservo los
sommieres de Carlini sin aumento del numero de registros. Teóricamente esta
división aumento de 817 a 1.184 tubos.
Lamentablemente aun siguen sin instalarse los 70 tubos de la Trompette 8’/ Clairon 4’, (58 + 12), registros unificados por razones económicas
y de espacio, toda vez que fueron saqueadas las cajas que los contenían y sin
que hayan sido adquiridos los tubos faltantes hasta la fecha).[4]
Recitativo Expresivo
(58 notas)
Recitativo Expresivo (58 notas)
Violone 16’ Principal 8’
Diapason 8’ Dulciane 8’
Viola da Gamba 8’
Bourdon 8’
Vox Celeste 8’
Voix Celeste 8’ (a partir de Do 13)
Corno di Notte8’ Octave 4’
Flauto Ottaviante 4’
Flute Octaviante 4’
Fis-armonica 8’ (a partir de Do
13) Flute 2
Basson16’
Cymbale IV
(1’-2/3’-1/2’-1/3’)
Trompeta 8’
Cornet III 2 (2/3’-2’-1 3/5’) No expresivo
Basson et Hautbois 8’
Trompette 8’
Voix Humaine 8’, sobre la
balustrada, Expr. Cromorne 8’ (sobre
la balustrada, no Expr.)
Basson et Hautbois 8’
Voix Humaine 8 ‘
Esta división contaba
con un total de 614 tubos. Moir la aumento a 1056 tubos.
Pedalera (27 notas) Pedalera
(30 notas)
Contrabassi 16’
Flute 16’
Bordone 16’
Soubasse 16’
Violone 8’ Flute 8’
Octava Contra 8’
Violone 8’
Bourdon 8’
Flute 4’ (Choralbass 4’)
Fourniture IV (2’-1 1/3’- 1’-2/3’)
Basson 16’
Bombarde 16’
Trompette 8’ (Extensión del
precedente)
Clairon 4’ (Ídem)
La Pedalera fue aumentada de 27 a 30 notas, y de 4 a 8
registros. Los 108 tubos aumentaron a 384. Se instalaron somieres provenientes
del órgano Carlini de los Padres Lazaristas. La sección de pedalera aun no ha
sido completada, toda vez que la Bombarde-Trompette-Clairon unificada corrió la
misma suerte que la lengüetas del primer teclado.
En total, el órgano creció de 1539 a 2.624 tubos. Incluso
para el lego en la materia, en el órgano de Carlini es evidente la increíble
proliferación de registros de 8’ y la ausencia de registros de agudo ( 2 2/3’,
2’ y 1 3/5).
En
general John realizaba los cambios de registros en los mismos somieres
construidos por Carlini en las primeras décadas del siglo XX, adaptando los
nuevos registros, con extrema economía de medios o fabricando, cuando la
ocasión lo ameritaba, los somieres necesarios para registros nuevos. Así lo
hizo en los instrumentos de las Iglesias de Santa Ana de Santiago y en el
Santuario de Lourdes en Agua Santa (V región). De ese mismo modo actuó con el
primer teclado del órgano de la Iglesia de San Francisco de la capital, pero no
así con el segundo teclado y con la pedalera, en que la tubería fue casi
duplicada y triplicada. Para dichas ampliaciones Moir construyo nuevos somieres
(excepto cuando instalo los somieres provenientes del desaparecido órgano
Carlini de los Padres Lazaristas, “Vicentinos”, de la Parroquia San Vicente de
Paul de Playa Ancha, Valparaíso, instrumento que estuvo previamente en el
Hospicio de Santiago, calle Portugal,
primer órgano que el suscrito recuerda haber escuchado en su infancia).
también contó Moir con los fuelles provenientes del órgano Schuyvels,
instrumento belga de dos teclados manuales y pedalera y alrededor de 17
registros, de la Capilla de las monjas del Sagrado Corazón de la calle
Portugal, instrumento que había sido desmontado y llevado a Talagante. Estos
fueron instalados en el órgano de San Ignacio. Para los trabajos de
carpintería, John Moir contó con la eficiente colaboración de don Manuel Barra,
excelente carpintero[5],
posteriormente su cuñado.
El órgano de la Iglesia de San Ignacio estaba en muy
malas condiciones cuando John Moir me invito a colaborar con el en su
reparación. Nos habíamos conocido en efecto en 1971, cuando yo era organista de
la Iglesia Catedral de Santiago, y me invito a trabajar con el en ese órgano,
cuyas reparaciones había iniciado el solo algún tiempo antes. Me vi de pronto
transformado en su ayudante, y por que no decirlo, en aprendiz de organería
(también colaboro con nosotros el hoy profesor de matemáticas en Texas Tech
University, Dr. Carl Seaquist). No es que el tema me fuese absolutamente
extraño; ya me había iniciado con mi amigo, el hoy sacerdote José Antonio
Rodriguez, quien tocaba en la Iglesia Catedral substituyendo al Maestro Chávez
quien ya muy anciano y enfermo, estaba imposibilitado de subir los 37 peldaños
del coro alto de la Catedral. Fue a mi regreso de USA que empecé a asistir a
Misa en la Catedral Metropolitana (mi primera sesión de estudios en Texas Tech
tuvo lugar el semestre de Otoño de 1970, invitado por mi gran amigo Roy Wilson,
de quien tendremos ocasión de hablar en otra ocasión. Permanecí
en el país del norte desde el 9 de Agosto de ese ano hasta el 18 de Enero de 1971, ingresando a la patria el DIA
siguiente, en pleno gobierno de la Unidad Popular.
Moir
afirma haberme escuchado tocar en un recital de órgano en Abril de 1971 [6].
Francamente no recuerdo a que concierto se refiere. Yo empecé a involucrarme
con la Asociación de Organistas y Clavecinistas de Chile al poco tiempo de
haber regresado de USA, y no tengo noción de haberme presentado como solista, a
menos que se tratara de las Audiciones de órgano que hice en la Catedral.
también afirma John que yo tenia aptitud para la organería, aunque confieso que
mi pasión era tocar los órganos[7]. El era, en cambio, un apasionado por los
órganos y por todo lo que se relacionaba con ello. Se entrego a la reparación
de órganos no como un medio de aumentar sus ingresos sino con el mas absoluto
desinterés pecuniario: Simplemente quería oírlos sonar. Yo estaba impaciente
por verlos listos para tocar, en tanto John se deleitaba de igual manera con
cada uno de los procesos de los
arreglos por realizar. Yo disfrutaba tocando, el lo hacia desde el momento
mismo en que entraba en la tribuna del órgano. Aprendí con el montones sobre el
funcionamiento de órganos con tracción neumática.
Nuestro gran aliado en la empresa de recuperar (el órgano
de) San Ignacio fue el Padre Renato Hasche, posteriormente Obispo de Arica.
Gran melómano, el P. Hasche disfrutaba asimismo de cada nuevo paso hacia la
consecución del objetivo de hacer “hablar” nuevamente el instrumento. En no
pocas ocasiones nos invito, después de largas sesiones de trabajo que
normalmente terminaban a la medianoche, a echarnos al cuerpo “un traguito”,
para recuperar la energía necesaria para llegar a nuestros domicilios, Moir en
P. de Valdivia y yo, muy cerca de allí, en calle Maturana 439. Con ocasión de
una gran celebración de la Compañía de Jesús (S.J.), el órgano se hizo presente
en una Misa a la que asistió gran parte de la comunidad, en la que recuerdo
haber tocado, entre otras obras, la Toccata en re menor BWV 538, llamada Doria
para diferenciarla de la homónima, de hoy disputada autenticidad.
Mi amigo
y mentor Jean-Marc Cicchero, organero francés que trabajaba en la firma
Danion-González, y a quien fui asignado como ayudante en la Iglesia de St.
Pierre-du-Gros Caillou en Paris, al concederme el gobierno francés la beca para
estudiar organería, me procuro la lista con los órganos que la firma de
Aristide Cavaille-Coll había construido para Chile. En ella figuraba el modesto
instrumento de 1874. El estudio de los restos del mismo que se encontraban en
la torre del lado de la Epístola nos permitió fijar la composición original que
a continuación detallo, dado el enorme interés histórico de este órgano[8].
Grand Orgue
(56 notas)
16’ Bourdon – 8 ‘Montre – 8’
Flute Harmonique – 8’ Salicional - 4’
Prestant – 2’ Plein Jeu II-V.
Recit Expressif
(56 notas)
8’ Viole de Gambe – 8’ Voix
Celeste – 4’ Flute Octaviante – 16’ Basson et Hautbois - 8’ Trompette – Voix Humaine 8’
Pedale (30 notas)
16’ Bourdon – 8’ Basse (extensión
de registros del Grand Orgue) – 16’Basson – 8’ Trompette (extensión de
registros del Recit Expressif).
Tirasse G.O. – Tirasse Rec. –
Rec. sur G.O. - Tremolo
Objetivamente hablando, el órgano tenia 12 juegos reales,
16 hileras y 810 tubos (Por razones de economía, era practica común en los
órganos de serie derivar los registros de Pedalera de los teclados manuales).
Este
órgano estuvo en funciones al menos
hasta 1925 y era tocado por el Maestro Aníbal Aracena Infanta[9]. No fue posible ubicar la consola de
Cavaille-Coll, por lo que la registración mencionada anteriormente fue deducida de los falsos somieres que había en la
torre. Ignoramos cuales fueron las razones que movieron a la comunidad a hacer
transformar completamente el modesto instrumento, que de una modesta estética
netamente sinfónica, paso a transformarse en un instrumento orquestal, con la
asistencia adicional de reproducción automática por medio de rollos.
“En
1930, según hemos sido informados, el instrumento es remodelado completamente,
conservándose solo ocho registros labiales, parte de la mixtura, y solamente 17
resonadores de uno de los registros de lengüeta (de las dos primeras octavas
del registro Basson et Hautbois de 8’). Felizmente el mueble se conservo
íntegramente, ampliándolo hacia atrás, y es asimismo posible contar todavía con
la pedalera original y una que otra pisa de enganche. Los trabajos de
transformación, tanto de la tracción de notas como de la composición de los
registros, fueron realizados por un organero alemán cuyo nombre aun permanece
en el anonimato, al menos para mi (siempre tuvimos la impresión de que se nos
ocultaba lo sucedido). Se encargaron tubos, somieres y hasta una consola nueva,
esta vez de tres (teclados) manuales, a Alemania, probablemente a la firma
Laukhuff. Se cambio completamente la estética sonora, siendo incluso dotado el
instrumento de un mecanismo de reproducción automática (Organola), adaptándolo
a la interpretación de obras
orquestales. Muchos fueron los sacerdotes de la Compañía que disfrutaron del
órgano echando a funcionar los rollos. En esta ocasión el órgano contó con poco
mas de 1.600 tubos”[10].
He aquí la composición
del organero anónimo ca. 1930(* indica registros C-Coll):
Gran órgano (58 notas)
16’ Bourdon* - 8’
Principal* - 8’Salicional* - 8’ Flauto Armonico* - 8’ Gedackt –
8’ Rohrfloete – 4’ Octav* - 2’
Mixtur III (algunos tubos *) – 8’ Trompete.
Positiv Expressif
(58 notas)
8’ Principal Floete – 8’ Gemshorn
– 8’ Viola di Gambe* – 8’ Voce Celeste* – 4’ Flaut. Octaviante* - 2 2/3
Rauschquinte II – 8’ Vox Humana.
Recit Expressif
(58 notas)
8’ Geigen Principal – 8’ Lieblich
Gedackt – 8’ Fernfloete – 8’ Dolce – 4’ Fugara –
4’ Flauto Traverso – 8” Sonor
Clarinette.
Pedalera (30 notas)
16’ Subbass – 8’ Octavbass – 8’
Cello – 16’ Basson
I/Ped - II/Ped – III/Ped – 4’ Ped/Ped – 4’I/I – 4’ II/I - 4’ III/I -
16’II/I - 16’III/I – 16 I/I.
Registraciones prefijadas: Piano,
Forte, Tutti, Anulador.
Crescendo General – Organola – 2
combinaciones libres.
El órgano quedo entonces con 27
registros reales, 30 hileras y 1614 tubos.
“En múltiples
charlas (con John Moir) llegamos a la conclusión de que era necesario que el
órgano recuperara su estética primitiva, y ello por dos razones: Habíamos
detectado los tubos de Cavaille-Coll por una parte, y por otro lado, había en
el Órgano muchos registros prácticamente inservibles ...”[11].
John fue puliendo la composición actual del órgano
durante mi permanecía en Francia, tiempo durante el cual mantuvimos nutrida
correspondencia. La composición actual de los registros manifiesta claramente
el ideal de recuperar, al menos en dos de los tres teclados, el diseño original
de Cavaille-Coll. He aquí la composición de Moir:
composición del órgano
Cavaille-Coll / Moir de la Iglesia San
Ignacio (Stgo).
Gran órgano
(58 notas)
16’ Bourdon* - 8’ Montre* - 8’
Flute Harmonique* – 8’ Salicional* - 8’ Bourdon-
4’ Prestant* - 2 2/3 Quinte – 2’
Doublette – 1 1/3’ Plein Jeu (Progressif) IV-VIIII –
8’ Trompette – 4’ Clairon.
Positif (58 notas)
8’ Dulciane – 8’ Flute Harmonique
– 8’ Bourdon – 4’ Flute – 2 Flute – Sesquialtera II – ½ Cymbale III-IV
Recit Expressif
(58 notas)
8’ Principal – 8’ Flute
Traversiere – 8’ Gambe* - 8’ Voix celeste* - 4’ Flute Octaviante* - 2’
Doublette – 8’ Trompette – 8’ Basson et Hautbois – Voix Humaine.
Pedale (30 notas)
16’ Soubasse – 8’ Flute – 8’
Bourdon – 8’ Dolce ( una 8’Trompette fué prevista por Moir) – 4’ Principal –
16’ Basson (17 tubos de CavailleColl).
Acoplamientos :
Accesorios:
I/Ped – II/Ped – III/Ped Tremolo sobre II y III
II’/I – III/II – III/I Piano,
Forte, Tutti, Anulador
4’ I/I – 4’ II/I – 16’II/I – 16
III/I Crescendo general – 2
combinaciones libres
Ya he
mencionado anteriormente que los trabajos del Órgano ubicado en el Presbiterio
de la Iglesia Catedral de Santiago, fueron llevados a cabo con la solución mas
evidente: había que instalar un Órgano nuevo dentro del bellísimo Buffet del
siglo XVIII, dado los cambios que habían sido realizados en el siglo XIX y el
gran estado de deterioro en que se encontraban los somieres y la tubería. Para
ello se encargaron tubos a Giesecke, y
el somier, la tracción y los teclados manual y de pedal a Laukhuff, luego de
haber intentado con al menos una firma en Francia (Merklin) la posibilidad de
adquirirlo allá. Innecesario decir que la actual estética sonora de este
instrumento es plenamente barroca. (Todo el material del Órgano de los
Jesuitas, que había sido transformado en el siglo XIX según el gusto de la
época, fue instalado, hasta el ultimo tubo, en el Monasterio de las Monjas
Benedictinas de Mendoza de Rengo en la VI región).
He aquí la composición del Órgano de Coro en 1970, tal como lo encontré al ser nombrado
organista de la Catedral, estética que
responde plenamente a la del organero Flight & Son, de Londres:
Teclado único
(58 notas: Sol, La, La#, Si, Do a Fa 54)
Open Diapason 8’ – Stopped
Diapason 8’ – Bell Gamba 8’ – Octave 4’ – Flute 4’ – Octave 2’.
N.B. Los nombres de los registros aquí mencionados
corresponden a lo que los tubos realmente son, aunque no son los mismos que
figuraban en las plaquetas de la consola.
Pedalera (12 notas)
Soubasse 16’
NB. Los 12 tubos de madera fueron
dejados en la Parroquia del Sagrario por
decisión del R.P. Julio Reynaldo Langebach, Párroco.
Tradicionalmente se ha afirmado que este instrumento fue construido por
los Jesuitas Bávaros de Calera de Tango entre 1748 y 1754 pocos anos antes de
la expulsión de los jesuitas de los reinos de España. El Órgano fue
completamente renovado en el siglo XIX, aparentemente por el personal que monto
el Órgano B. Flight & Sons de Londres (hoy agónico en la tribuna de la Catedral)
entre 1849 y 1950. Ello que es evidenciado por la registración anteriormente
presentada.
composición de J. Moir para el Órgano de Calera de Tango
(Igl. Catedral de Stgo):
Bourdon 8’ (Tiradores para bajos
y agudos)
Montre 4’
Flute 4
Doublette 2’
Larigot 1 1/3’ (Tiradores para
bajos y agudos)
Cymbale III
Cromorne 8’ (Tiradores para bajos
y agudos)
Pedalera de 30 notas,
permanentemente acoplada al teclado (“En tirasse”)
Órgano de tracción neumática de dos teclados
manuales de 56 notas y pedalera de 27 notas, con 13 registros reales. Empecé a
tocar este instrumento alrededor de 1962, toda vez que era feligrés de esa
parroquia y miembro del grupo juvenil de la misma. Me desempeñé también
temporalmente como secretario de la oficina parroquial. Siempre tuve una buena
relación con el párroco, Mons.
Francisco Vives Estevez, y aun mejor con el vicario parroquial y gran melómano,
el Padre Rafael Albarracín, quien me enseñó a disfrutar la opera..
composición del Órgano
Carlini (ca. 1920)
Gran Órgano
(56 notas) Recitativo Expressivo
(56 notas)
Bordone 16’
Principale Violone 8’
Principale 8’ Corno di Notte 8’
Viola di Gamba 8’ Viola
d’Amore 8’
Flauto Harmonico
8’
Voce Celeste 8’
Ottava 4’ Flauto Ottaviante 8’
Ripieno III (2’-1 1/3’-1) Tromba 8’
Fagotto e Oboe 8’
Tremolo
Pedalera (27 notas)
Soubasso 16’ (Ext. del Bordones
16’ del G.O.)
Violoncello (Extensión de la
Viola di Gamba del G.O.)
Acoplamientos: I al Ped. / II al
Ped. / I al I 4’ / II al II 16’ / II al
I 8’ / II al I 16’ / Ped. al Ped. 4’
Crescendo regulado con
reloj
Pistones: P / MF / Tutti,
Crec. y Anulador
En este instrumento, que John restauro durante mi
permanencia en Europa, las ampliaciones y modificaciones fueron mínimas, dado
lo exiguo del espacio físico al interior del Órgano. De cualquier modo, hay que
reconocer que el instrumento gano en agudo ya que ahora tiene registros de 2’
en ambos teclados, una Cymbala en el teclado expresivo, y además una
sesquialtera. La Trompeta paso al primer teclado y es tocable
independientemente desde la pedalera también. He aquí la composición de Moir:
Grand Orgue (56
notas)
Recitativo Expresivo (56 notas)
Bourdon 16’
Dulciane 8’
Montre 8’ Flute a Cheminee 8
Bourdon 8’
Voix Celeste 8’
Prestant 4’ Principal
4’
Doublette 2’ Flute 2’
Fourniture III-IV (1
1/3-1’-2/3’) Cymbale
III (2/3’-1/2’-1/4’)
Trompette 8’
Sesquialtera II (2 2/3’-1 3/5’)
Basson et Hautbois 8’
Tremolo
Pedalera (27 notas)
Soubasse 16’ - Principal 8’
(registro previsto) - Trompette 8’
Idénticos acoplamientos y pistones.
En el santuario de los Padres Pasionistas de
Agua Santa, Quinta región, John Moir realizo también una estética sinfónica “a
la Cavaille-Coll”. Dicho instrumento, uno de los mas grandes de Carlini,
contaba primitivamente con 17 registros y 943 tubos. En los anos treinta el
mismo Carlini, fallecido en 1938, lo amplio a 24 registros, con 1.258 tubos en
total. Moir a su vez lo aumento a 26 registros, con un total de 1.445 tubos en sus 31 hileras (Con la Trompeta
prevista a la pedalera dicha suma seria de 1472 tubos). Los trabajos fueron
concluidos en 1977 y el Órgano fue inaugurado el viernes 30 de Septiembre de
ese mismo ano, por este trasnochado organista, afectado la noche anterior por
un terrible cólico biliar.
composición de
registros del Órgano Carlini/Moir del Santuario de Agua Santa.
Grand Orgue (58 notas) Recit Expressif (58
notas) Pedalera (27
notas)
Bourdon 16’ Flute Traversiere
8’ Flute 16’
Montre 8’ Dulciane
8’
Violone 16’
Flute harmonique 8’* Voix Celeste 8’* Soubasse 16’
(Ext.G.O.)
Bourdon 8’ Flute a
Cheminee 8’ Flute 8’
Prestant 4’ Flute
Octaviante 4’
Violone 8’
Doublette 2’ * Octavin 2’* Bombarde 16’
Plein Jeu 1 1/3 IV – V Sesquialtera II* (Trompette 8’
prevista)
Trompette 8’* Trompette 8’
Clairon 4’* (Ext. ?) Basson et Hautbois 8’
Voix Humaine 8’*
Tremolo
Según el programa de
inauguración, * indica registro nuevo
Acoplamientos : II /
I ; 16’ II / I ; 4’ I / I ; I al Pedal ; II al Pedal
Hay una celebre frase que a mi juicio es absolutamente
cierta: “Solo los exitosos son objeto de la critica de los demás” . Fue evidentemente el caso de Moir, quien
logro reinaugurar con gran éxito al menos dos de sus instrumentos. Es innegable
que no pudo terminar al menos dos de los trabajos de su magno proyecto. Las
razones para ello fueron totalmente ajenas a su voluntad puesto que el envio de
los materiales encargados a Europa solo se materializo cuando su contrato ya había
caducado. Al ser consultado sobre la posibilidad de renovar su contrato por el
Sr. Paul Frings y por la Sra. Elizabeth Wicha,
de inmediato asentí. Era evidente que la persona mas indicada para
terminar esos trabajos era el propio Moir. De poco valió mi opinión sin
embargo, y Moir debió partir de Chile a fines de 1978, dejando sus queridos
instrumentos inconclusos.
La simple idea de que alguien pudiera
estar interesado en andar robando los tubos de los órganos no resiste el mas mínimo
análisis. Que podría hacer uno con tubos de Órgano? De que porte tendría que
ser la casa de uno para almacenarlos? (John Moir siempre vivió en departamentos
arrendados). Suponiendo que se tratara de tubos de valor histórico o intrínseco
(buen material, buena factura), existiría la posibilidad de comercializarlos?
Es absolutamente absurdo, a menos que alguien, conocedor del oficio, quisiera
montar un instrumento con el objeto de venderlo o de conservarlo. John Moir se
encontraba en el país con una visa de estudios y no con fines laborales.
Realizo su contribución al país que le acogía en aquello que amaba y conocía:
Los órganos y su factura. Yo le fui a despedir al aeropuerto y estuve
posteriormente en su casa de Everett, cerca de Seattle, estado de Washington,
en el ano 1990. No se llevo ningún tubo de Chile. Eso lo puedo afirmar de la
manera mas categórica. Ni siquiera como recuerdo, por pequeñito que fuera. Con
que fin se iba a llevar tubos a Estados Unidos, si en el país del Norte hay
tubos de muy superior calidad de construcción y de materiales mas nobles? Por
ultimo, a quienes les robo tubos? Por que razón o motivo no fue demandado por
ello? Informaron los supuestos afectados a la autoridad jerárquica
correspondiente? Y de haber sido así, que medidas tomo el Obispado
correspondiente?
Debemos considerar que muchos de los
órganos en que Moir trabajo eran instrumentos encargados a Europa, o
construidos con materiales provenientes de allá. Al menos los somieres, las
consolas y la mayor parte de los tubos eran adquiridos en la prestigiosa firma
alemana Laukhuff de Weikersheim. El admirable trabajo del Sr. Oreste A.
Carlini, cuya investigación me propongo publicar en un futuro cercano, debió
adaptarse a las pobres condiciones de nuestra patria, y en muchos casos, a las
condiciones de postguerra en Europa. Consideremos que el jamás construyo un
Órgano de tres teclados para ninguna iglesia o capilla chilena (debemos
recordar que el único Órgano de tres teclados que lleva la firma Carlini es el
de la Iglesia de San Agustín de Santiago y que se trata en realidad de un
Órgano Morettini de tres teclados, el tercero de los cuales era en realidad
un armonio (información proporcionada
por un organista holandés). El trabajo del Sr. Carlini consistió en eliminar
dicho armonio, por problemas de afinación me imagino( a causa del frio de la
mayoría de nuestros templos), y reemplazarlo por el actual tercer teclado, con
su registración de estética sinfónica francesa.
Decir que alguien
pueda tomar tubos prestados se acerca mucho mas a la realidad. Moir lo hizo en
varias ocasiones. Por de pronto, al solicitar y obtener en préstamo las cuatro
notas Do de la Trompeta 8’ del Órgano del Santuario de Nuestra Señora de
Lourdes de Agua Santa, una autentica trompeta de Cavaille-Coll, que por razones
desconocidas se encuentra en ese instrumento. A partir de ese modelo fue
fabricada la Trompeta 8’ del Órgano de San Ignacio. Naturalmente que la fabrica
devolvió los tubos a Moir, y el a su vez los llevo al Padre Superior. también
se consiguió John un registro completo cuando realizamos el ciclo de conciertos
del ano 1975 en el Órgano de la Iglesia de San Francisco (30 conciertos de una
hora, en que solo repetí, a pedido del publico, la famosa, y de hoy discutida
autenticidad, Tocata y Fuga en re menor (BWV 565). John obtuvo la autorización
para traer la Trompeta de ocho pies del segundo teclado del Órgano de la
Recoleta Franciscana de la capital, registro que enriqueció sobremanera el
Órgano, toda vez que permitía desarrollar
una gran riqueza de registración y de repertorio, y agregaba a su vez mucho
“eclat” (brillo), por estar construido con técnica francesa, en circunstancias
que la Trompeta del Órgano del Templo Colonial, de factura alemana, es mucho
mas opaca. Evidentemente que el registro fue devuelto dentro del plazo
estipulado. también John consiguió de la Iglesia Catedral de Santiago la
autorización para instalar temporalmente en el Órgano de la Iglesia de Las
Agustinas, lugar donde tenia su sede la Asociación de Organistas y
Clavecinistas de Chile, un registro de Principal de dos pies, del que adolecía
dicho instrumento. Era delicioso constatar como se enriquecía el hermoso
Walcker de 1875, de solo registros de 8’ y 4’, con tan simple adición que nos
permitía ampliar las registraciones, y el repertorio también, evidentemente.
John iba y venia con sus tubos prestados ganándose nuestra gratitud, la de
algunos al menos. Pero evidentemente que los tubos tenían que ser regresados a
su lugar de origen: “también quiero dejar en constancia (sic) formalmente que
los tubos del Órgano de Calera de Tango que fueron prestados según este mismo
acuerdo a la Iglesia de Las Agustinas, para facilitar los conciertos de la
Asociación de Organistas y Clavecinistas, han sido retirados y devueltos a la
Catedral. No son de ninguna calidad, como les indique en mis primeros informes,
y por eso no he decidido donde convendría dejarlos definitivamente. Pero debido
a las dificultades que tenemos ahora en la Catedral pensé que seria mejor retirarlos
de inmediato para tenerlos a mano para cualquier uso entre los tres
instrumentos de la Catedral[12]
“.
En el mismo informe
del día 22 de Noviembre de 1972, John manifestaba: “Principalmente hay que
anotar que el concierto de Órgano el lunes pasado en la Parroquia de Santa Ana
fue un gran éxito, gracias al apoyo de toda la gente metido (sic) en la
organización de los detalles....Para facilitar al organista Miguel Letelier, es
decir para evitar un cambio casi total del repertorio que el tenia preparado (porque
el Órgano de Santa Ana no es muy adaptable a las exigencias de la música
barroca y contemporanea), yo traje
desde la catedral un juego parcial de tubos del Órgano de Calera de Tango, los
refaccione muy apuradamente, y los coloque en el Órgano de Santa Ana. así,
gracias a este préstamo momentáneo, según los términos del acuerdo que hice con
la comisión en enero, Miguel pudo tocar casi el mismo repertorio que tenia
proyectado para el concierto ante poco publico en la Parroquia de (Nta. Sra.
De) Lujan la semana antes. Logre yo a la vez preparar esos tubos para
colocarlos definitivamente en el primer teclado del Órgano grande de la Catedral”.
No solo se supo
ganar Moir la confianza de los organistas. Distinguidas personalidades,
notablemente los integrantes de la comisión Arquidiocesana de Arte Sagrado le
tomaron cariño al “gringo”, como le llamábamos cariñosamente. En una tarjeta
firmada por Dona Margarita Valdés de Letelier, del 27 de Enero de 1972, leemos
lo siguiente: “Expreso mi entera confianza en la capacidad del Sr. Moir y
tratare de obtener la mayor libertad de acción para el de parte de la comisión.
En todo caso, me parece indispensable que haga un inventario de las piezas o
tubos que saque de los órganos de la Catedral. La comisión tiene que dar cuenta
a la posteridad. Si el piensa que con ellos se pueden completar los órganos de
otras iglesias, ello tiene que ser conocido y aceptado por los distintos curas
o superiores, previo pago de ellos. El Sr. Moir estimara el precio
conveniente...”[13] Esta fue una extraordinaria muestra de
aprecio y admiración de tan distinguida dama, viuda del querido compositor don
Alfonso Letelier Llona, y madre del organista y compositor don Miguel Letelier Valdés. Dicha nota fue una
respuesta a un “Resumen del Trabajo del Organero” previamente presentado por
Moir, en que manifestaba “...también ruego a la comisión que me de la autoridad
o derecho para disponer como quiera con (sic) la tubería extra o antigua del
Órgano chico y el de Calera de Tango”.”...después de haber trabajado mas de
siete meses en quince iglesias, me da pena de que todavía no hay un solo Órgano
moderno y en estado perfecto para recitales de toda clase de música...Es por
eso que pido la autorización para colocar esos registros donde puedan servir. En
realidad no se todavía si son aprovechables, pero me gustaría recibir la
libertad y confianza para disponerlos en la mejor manera.” Que duda cabe que
todos los movimientos de tubos que realizo Moir fueron hechos con las
respectivas autorizaciones.
El 28 de Marzo de
1973, Don Samuel Claro, Tesorero de la comisión Arquidiocesana de Arte Sagrado,
dirigía una carta a Mons. Fidel Araneda Bravo. En el punto cuatro de su misiva
manifiesta: “Devolución tubos prestados a (la Iglesia de) Santa Ana para
concierto de Miguel Letelier: es importante saber que los tubos prestados están
de vuelta. Según me informo Moir la Sra. Margarita Valdés solicitaría se
reacondicionara el Órgano de Sta. Ana para un nuevo concierto de Miguel. Creo
que es un tema para tratar la próxima sesión.”[14]
Dicha carta era un eco del Informe a la comisión de Arte Sagrado de Moir, del
23 de Marzo de 1973, en que manifestaba “...A principios de este mes devolví a
la Catedral los 30 tubos que estaban prestados momentáneamente para facilitar
el concierto de Miguel Letelier, así que todos los tubos que pertenecen a la
Catedral están de nuevo en la Catedral, guardados en el coro”.[15]
John hacia las cosas bien, que duda cabe.
Todos estos ires y
venires con tubos de una iglesia a otra fueron hechos completamente “ad
honorem” por el organero John Moir. jamás cobro un centavo por acondicionar
instrumentos para conciertos. Solo le movía su gran pasión por la música y por
el instrumento-rey.
El 11 de Junio de
1973 un nuevo Informe a la comisión de Arte Sagrado y al Cabildo ponía de
manifiesto el disgusto de Moir por exigencias que se le hacían y que eran
completamente injustificadas e injustificables: “En tercer lugar, les reitero
que la mantencion periodica del Órgano grande no es mi responsabilidad, y jamás
ha sido. El convenio que se hizo a fines de enero de 1972, y que fue modificado
después, implica unos trabajos específicos, tanto en el caso del Órgano grande,
como en el caso del Órgano de Calera de Tango. Les recuerdo que todo iba a
estar terminado en septiembre de 1972, fecha que era enteramente alcanzable si
hubiera habido el interés y la cooperación correspondiente. He tenido que
quedarme en el país ahora casi nueve meses sin percibir ningún sueldo. además
he gastado fácilmente cinco veces el tiempo presupuestado originalmente, cosa
que ha puesto en peligro la terminación de mi doctorado. Are todo lo posible
para terminar la obra con conciencia, pues así soy yo. La demora, el
desinterés, la falta de acción, todo esto me ha perjudicado mil veces mas que a
los demás. Por eso lamento tener que informarles que a partir de este momento
mi trabajo voluntario se ha terminado. Cualquier otro trabajo, por ejemplo la
revisión de la afinación del Órgano para alguna ocasión especial, tendrá que
ser considerada aparte de lo acordado y presupuestado. Es la única manera que
tengo para poder terminar mi tesis y salir el país a fines del ano”.[16]
Tenia el propósito de profundizar y escribir en detalle
todo lo relacionado con el trabajo de Moir en los cuatro órganos de Santiago y
el de Agua Santa. Lo que me interesa en este primer intento es demostrar que
las acusaciones que se le hicieron fueron completamente infundadas. No me cabe
ninguna duda de que la negativa a renovar el contrato de trabajo a John se
debió en gran parte a la campana de desprestigio en su contra. Mientras John
Moir fue útil, se le prodigaron enormes sonrisas y sinceros agradecimientos,
pero una vez que el tomo conciencia de que no podía seguir entregándose a la
causa de los órganos de la manera desinteresada en que lo había hecho hasta
entonces, decidieron destruirlo por medio de la calumnia y de la difamación.
En una oportunidad me ofrecí a acompañar a John al diario
El Mercurio a raíz de un articulo injurioso hacia su persona escrito por el
periodista Werner Arias, hermano del organista Helmuth Arias, y publicado en el
diario El Mercurio. Al preguntarle yo al Sr. Arias si el había verificado la
información de lo que había publicado (en forma irresponsable a mi parecer,
aunque no se lo manifesté), respondió que el simplemente publicaba lo que le
parecía. Seguidamente nos hecho a ambos sin miramientos de su oficina en la
calle Compañía.
En cuanto a la acusación de “terrorista”, es tan infantil
que ni siquiera vale la pena discutirla, siendo solo un reflejo de ese odio
incomprensible (si no se tienen en cuenta los “intereses creados”). Existe la
costumbre de profitar de los generosos y serviciales “tontos útiles”, y
lamentablemente, por desconocer nuestra (sub)cultura, John peco de ingenuidad,
entregándose a la causa de los órganos como yo jamás he visto a profesional
alguno hacerlo en Chile o en el extranjero, sin jamás imaginar, evidentemente,
de que iba a ser acusado de ladrón te tubos y de terrorista.
Lo importante es que la verdad sea manifestada. Desde
hace mucho tiempo tenia la intención de escribir estas líneas. Hoy es posible
publicarlas en el Sitio Web del Dr. Carlos Lauterbach, cuya generosidad
agradezco muy sinceramente.
LUIS R. GONZALEZ CATALAN,
Organista-Organero. BMA. MMA.
revisión final,
Lubbock 1 de Junio de 2004.
La campana en contra de Moir ha sido continuada en mi contra y en contra de mis hermanos Patricio y Sergio. En efecto, con ocasión de la conferencia del organero Ingles que nos visito hace algún tiempo atrás, mi hermano Patricio debió soportar acusaciones de Don Mauricio Infante y esposa de robo de tubos y de fraude a los curas. “Perdónales Señor, porque no saben lo que dicen”. Es mas, al solicitar tocar el Órgano de Calera de Tango en mi viaje de Diciembre 2003 a Chile, uno de los sacristanes dijo por el walkie-talkie: “Ah!, Luis González: ese es el mas peligroso de todos”. Dios te perdone, amigo.
[1] Letter of recomendation for Luis
González Catalán a la comisión Nacional de investigación Científica y Tecnológica, Diciembre 22, 1971.
[2] Presentación de mi articulo “El
Órgano de Tubos de la Iglesia de San Ignacio”, 14 de Abril de 1989. No fue
publicado.
[3] Final Report of Activities undertaken, Project RLA 76/002- UNDP/UNESCO, page 6, 2 October 1978.
[4] Carta del suscrito al R.P. Hugo González, Guardián del Convento, 25 de
Junio de 1984.
[5] Para la nomina de colaboradores de
Moir, leemos además los siguientes nombres en el programa de inauguración de
Agua Santa: Raul González, Raul Solis y Jorge Mario Baeza.
[6] Letter of recommendation, patina 1.
[7] Ídem, pagina 2.
[8] Suplemento a El Órgano de La
Iglesia de San Ignacio (presenta las tres composiciones). Abril 14, 1989.
[9] Boletín Efemerides Marianas, Marzo
de 1925.
[11] Ídem
[12] A la comisión de Arte Sagrado, del
22 de Noviembre de 1972, párrafo 3.
[13] De mi propio archivo.
[14] De mi archivo.
[15] Idem.
[16] Idem.